Madrid sigue viva y perdona, pero no olvida.
Hace 15 años el ser humano volvía a sacar lo peor de si y lo hacía de la peor forma, Madrid vivía su día más triste. Ese 11 de marzo de 2009 muchos sueños se esfumaron, muchas vidas se perdieron, muchas familias se rompieron y el corazón de una ciudad entera como Madrid se partió en dos. Esas guerras a las nunca quisimos ir, esas religiones en las que nunca creímos, esos dioses que nos prometían el paraíso y nos hicieron ver el infierno, esos pensamientos turbios en los que nunca creímos, esa humanidad que no fue humana y que provoco esa barbarie y que tanto daño nos hizo a todos. A pesar de todo ello, una luz se abrió entre tanta oscuridad y a pesar del dolor, de la pena y de la tristeza la ciudad saco lo mejor de sí, esa humanidad que nos había arrebatado vida nos dio solidaridad, nos dio cariño y supo levantarse y seguir adelante, con cicatrices, si con muchas cicatrices, pero supo seguir adelante. Madrid sigue viva y perdona, pero no olvida.